top of page
Buscar

Salvadores hipocondriacos y sobreprotectores.

  • miguelrpo91
  • 25 sept 2024
  • 4 Min. de lectura

Somos seres Espirituales viviendo una experiencia humana, basados en un propósito divino para volver a la Unidad y recordar todo lo que por naturaleza nos pertenece. La dualidad en la tierra sostiene la razón de las experiencias que hemos de vivir, para recordar y cumplir nuestro propósito en cada existencia. A través de las experiencias del caos, nuestro Ser comienza a ser consciente de toda limitación que ha de reconocer para ser transmutada y asumida por el Espíritu. Sólo a través de toda experiencia, sabremos reconocer nuestro Poder y Fuerza que por Ley nos pertenece, para elevar nuestro nivel de consciencia y retornar a la Unidad, a Dios.


Dentro de esta experiencia dual en la tierra, los seres humanos podemos llegar a experimentar sentir Celos. Este trastorno de la personalidad se refleja en ciertos aspectos de nuestro carácter y forma de actuar ante la vida.


Desarrollar una personalidad que tiene como su único fin la búsqueda de placer, satisfacción y sólo emociones positivas, habla de un Ser Hedonista. Es aquél que huye del dolor, tan sólo busca la forma de sentir placer a partir de lo externo.


Una persona Celosa es un hedonista en exceso, quien genera aversiones y preferencias por sólo aquellas cosas o personas que le generan satisfacción, enfocado sólo en sentir placer y nunca sentir inquietud en el alma o dolores en su cuerpo físico. Es quien piensa que la abundancia no es lo que tenemos sino lo que disfrutamos. Es aquél que no genera sentimientos hacia algo, tan sólo se dispone a disfrutarlo. Una persona que tiende a ser individualista y egoísta.


Los Celos reflejan envidia por el otro, al ver que los demás sienten placer y no es uno quien goza de la satisfacción que aquella persona siente. Al depender únicamente de lo externo para sentir placer, construye un sentimiento de miedo, inseguridad y dependencia de sentir placer sólo en lo externo; nunca desde su propio Ser.


El miedo, la inseguridad y la dependencia conllevan a querer controlar y limitar la fuente de placer, para que sea sólo “yo” quien goce del placer que lo externo puede generar, nunca se abre a que otros sientan placer por aquella fuente.


Un Ser invadido por los Celos y su aversión por buscar el placer, no se permite asumir y sanar sus heridas, siempre buscando evitar el dolor que las experiencias del caos le pueden generar.


Todo trastorno tiene su origen, y los Celos pueden ser originados, entre otros, por la experiencia de Abandono que un Ser experimentó.


Cuando un ser vive una situación de abandono, de perder aquella fuente que le generaba placer, protección y compañía, puede construir sentimientos negativos y no asumidos por el Ser.


El rencor puede apoderarse del Ser quien fue abandonado, llegando a sentir constantemente nostalgia por llegar a perder de nuevo las cosas o personas que hoy le llenan de satisfacción o que le permiten huir del dolor.


Los traumas y dolores que causan los abandonos, llevan a la persona Celosa a convertirse en alguien sobreprotector, siempre actuando con exceso cuidado hacia lo que le genera placer, incluso puede llegar a ser una persona Hipocondría; preocuparse demasiado por su salud para no sentir dolor, incluso el de los demás para que no interfiera en la búsqueda del placer que le puede generar.


Una persona Celosa, aquél hedonista que busca sólo placer y huye del dolor, pierde su capacidad para generarse a sí mismo experiencias de placer.


Los Celos tan sólo son un ejemplo de un sin fin de trastornos de la mente, sin embargo, cada aspecto de nuestra personalidad se puede detectar a través de expresiones de nuestro cuerpo físico.


Una persona Celosa puede reflejar presión en el pecho. En el pecho se ubica nuestro Chakra Corazón. Dentro de este centro energético, el Ser trabaja varios aspectos personales, físicos y espirituales. Sentir presión en el pecho nos invita a recordar que en la vida no existe dependencia hacia lo externo, aprender de los proceso sin lucha y asumir los sentimientos sin culpa alguna. Una persona Celosa que identifique ese efecto físico, se le invita a no depender de los demás, encontrar la forma de sentir placer siempre desde su propio Ser. Reconocer el propósito de cada experiencia, que aún detrás del caos y del dolor, existen aprendizajes y formas de crecer como Espíritu. Al Ser se le invita a asumir y sanar sentimientos, sin culpas, para promover una mente sin confusión, para vivir en coherencia y fluidez.


Sentir presión en la sien, invita a todo Ser para soltar confusión mental y no ir siempre en contra del Ser, esa voz del “Yo Superior”.


Otro síntoma en una persona Celosa son las Alergias, síntomas físicos que intentan mostrar aspectos del Ser que han de ser liberados y sanados. Una persona con alergias habla de un Ser que aún no asume su Poder y Fuerza, aspectos necesarios para reconocernos como únicos responsables y creadores de nuestra vida, de todo sentimiento de placer. Las alergias nos invitan a volver a confiar en el entorno, soltar la falsa creencia de que lo que hay afuera es quien nos causa dolor; recordar que somos nosotros los creados de nuestra realidad y de cada experiencia, ya sea de caos o de placer. Las alergias hablan de un Ser que acumula cargas por miedo a sentir dolor. Es un ser que evita sanarse para no sentir dolor y sólo buscar el placer a través de sentimientos netamente positivos. Lo que lleva a sentir miedo a enfrentar, sentirse inferior e incluso a desear la muerte.


Las alergias, la presión en el pecho y en la sien, son tan sólo ejemplos de síntomas que nos invitan a trabajar en nuestro Celos, asumir la realidad, el caos y el dolor para trascender limitaciones, retomar nuestros Poderes y elevar nuestro nivel de consciencia


Para sanar los Celos, se nos invita a trasmutarlo a través del reconocimiento del valor propio, estableciendo relaciones en libertad, confianza y amor incondicional.


Reconocer que sólo a través de la experiencia, del caos o el dolor, el Ser aprende y recuerda todo su potencial, su propósito y toda sabiduría que está escrita en su misión en la tierra.


Se nos invita a buscar el placer, pero también a enfrentar el dolor, el abandono, sanar heridas, soltar miedos y enfrentarnos a nuevas experiencias; a fluir con confianza en nosotros mismo, en nuestro Ser. Somos los únicos responsables de sentir placer, pero también los únicos capaces de saber asumir toda experiencia de aprendizaje en la vida, en la dualidad.


Namasté


 
 
 

Comments


  • Instagram

ZKOOL-CO 2025

bottom of page